jueves, 18 de septiembre de 2008

Lágrimas de cocodrilo

Betuel Bonilla Rojas
Son bien simpáticos nuestros gobernantes, o adolecen de falta de memoria, o definitivamente les importa muy poco lo que la gente piense de ellos. De otra manera no podríamos entender lo que le ocurre a Héctor Aníbal. Durante todo el primer semestre de 2008, y parte del segundo, se dedicó a llorar, cruzado de brazos, porque Cielo lo dejó endeudado. Lloró como el niño chiquito al que le han robado su paleta. Lloró tanto que hasta logró convencernos de que lo suyo no era incapacidad, sino tan sólo el perfil inescrupuloso de quien lo sucedió en el poder. Pidió tiempo y dijo que en el primer año no haría prácticamente nada, justificó de esta manera su incompetencia. O sea que ahora los gobernantes cuentan con algo así como un año muerto, como si las necesidades de la gente tuvieran espera. Pero tan pronto se le pasó el pudor y se le secaron las lágrimas decidió hacer lo mismo, olvidó lo mal que se comportó Cielo y ahora proyecta también dejar endeudados a sus sucesores, no sólo al inmediato, sino a muchos más. Piensa comprometer vigencias futuras extraordinarias, por 266 mil millones de pesos, a diez años, y ordinarias, por cuatro años, por 40 mil millones de pesos. Prefirió de una vez aprender lo malo de los otros y vivir el presente. Y yo no creo que la idea le saliera de repente. Creo que lo planeó muy bien, y que el llanto inicial era parte del negocio. El que llora de primero, llora mejor.

Primer Encuentro Nacional de Escritores "José Eustasio Rivera", Neiva


martes, 9 de septiembre de 2008

La ingobernabilidad de la Usco

Betuel Bonilla Rojas
Ayer vi a los antimotines en las proximidades de la Universidad Surcolombiana y pensé en cuál podría ser el motivo para esta nueva refriega que se acercaba. Antes de la Ley 30 había motivos para protestar, y muchos, y eso era válido. La ley 30 le permitió a las universidades autogobernarse, y las protestas siguen, y seguirán, y eso también es válido. Los estatutos que se elaboraron luego de la anhelada Ley no fueron lo que se esperaban, parece ser que dejaron mucho poder a quienes finalmente no merecían tenerlo. Pero, para bien o para mal, la discusión se dio en su momento, y el mal estatuto de hoy se hizo en esa oportunidad con el concurso de todos los estamentos, y todos lo aprobaron, o al menos callaron, que es otra forma de la aprobación. Es decir que la Universidad y su rapiña, y su ingobernabilidad, no son el resultado de políticas trazadas por mentes ajenas, hoy, sino que surgió de allí mismo, de sus brillantes mentes y sus sanísimas intenciones. Cuando Cerquera apareció en la escena de la Universidad se vieron los cambios, se empezaron a notar modificaciones, algunos anacrónicos dirán que no de fondo, pero había empezado y se notaba por fin la mano de un rector. Tampoco Cerquera sirvió por un error de procedimiento y todo volvió a ser anarquía y desorden. Ahora el Consejo Superior sigue empeñado en que la forma electoral no varíe, y habrá presiones, y muchos muchachos protestarán por el simple placer de ver correr la adrenalina, y otros aprovecharán para fingirse perseguidos e irse del país, y nada cambiará.

El taller Renata Neiva llega a su segundo año de labores


martes, 2 de septiembre de 2008

El robo de la semana cultural

Betuel Bonilla Rojas
Una costumbre muy huilense es la de esperar que otros hagan cosas que a nosotros nunca se nos habrían ocurrido para luego hacer lo mismo, incluso al costo de arrebatarle al otro eso que él tuvo a bien inaugurar. Y justamente es lo que ocurre por estos días en la Universidad Surcolombiana. Por todos es conocido que un muchacho llamado Danny Montaña algún día tuvo la feliz ocurrencia de realizar allí una semana cultural. Fue su idea y él, junto a otros jóvenes, la sacó adelante. Era la semana cultural de Danny, pues fue él quien la lideró, la moldeó y la institucionalizó a costa de trabajo, tesón y creatividad. Pero como allí se suele pescar en río revuelto, y estamos en la época de callar a los opositores comprándolos con algo, ahora resulta que la semana cultural cambió de dueño. Como siempre, los magos de las influencias se valieron de sus fichas para usurpar lo que no les pertenecía. De la nada apareció el profesor Luis Ernesto Lasso, ése que habla mal de alguien hasta que éste le dé lo que él quiere, y reclamó una cosa que no era de él, y que nunca apoyó. Siempre habló mal de la semana cultural e hizo lo imposible para que los estudiantes no la apoyaran. Claro, ahora que la va a hacer él seguramente la asistencia debe ser obligatoria. Si algo en la semana cultural de Danny estaba fallando era susceptible de ser corregido, pero él era siempre la primera opción, por respeto intelectual a lo que alguien fundó. Muy seguramente ahora tendremos a farsantes tipo Carlos Orlando Pardo posando de intelectuales, y a Lasso haciendo de la semana cultural su propio espectáculo para poder seguir vigente. En todo caso eso no lo hizo él, y casi siempre las cosas prestadas nos quedan grandes.