miércoles, 6 de mayo de 2009

Vuelve y juega

Por: Betuel Bonilla Rojas
Vuelve y juega. Hace cinco años, cuando Rodrigo Villalba empezaba su periodo de gobierno, le hizo creer a los artistas que tendría en cuenta sus opiniones y finalmente designó en la Secretaría de Cultura a una funcionaria que no se pudo posesionar porque carecía de título profesional. Hicieron algunas maromas y finalmente, para infortunio de todos, dicha persona asumió el cargo para salir poco después en medio de un sonoro escándalo. Hoy ocurre exactamente igual, como si la historia no les sirviera para tomas correctivos. Nuevamente es designada para esa cartera, en la Gobernación, una persona con líos parecidos, sin título profesional o con una carrera artística de años que avale su llegada a la cuestionada Secretaría de Cultura. Da la impresión de que el Gobernador ni siquiera tiene en cuenta la hoja de vida de sus funcionarios más cercanos, que los nombra más por su grado de proximidad afectiva que por razones de idoneidad intelectual, como si se tratara de una invitación a una fiesta, o algo así. ¿Hasta cuándo durará el manoseo a los artistas, a los sectores que en cada administración sueñan con un representante verdadero del arte en el Gobierno? Como raro que ese nombramiento se dé justo ahora, cuando se vienen todos los contratos de las fiestas del San Pedro.

Taller RCN-MEN en La Plata, Huila

Betuel Bonilla Rojas en taller de capacitación a docentes

domingo, 3 de mayo de 2009

Nombramientos a dedillo

Por: Betuel Bonilla Rojas
En las últimas noticias acerca de los recientes movimientos en materia política en el Departamento del Huila, llaman la atención dos cosas: primero, que en menos de año y medio de la actual administración, son ya cuatro los funcionarios que han ocupado la cartera de Cultura y Turismo, algo que evidencia la crisis que se vive en ese despacho. De esos cuatro funcionarios ninguno entendía del asunto, de esa categoría difusa y complicada que llamamos cultura. Es decir que, como dice La Nación, en esa cartera se suelen cuadrar asuntillos políticos, algo así como que no importa tanto a quién nombremos sino qué favor pagamos con ese nombramiento, lo que a todas luces suena horroroso. Se dice que las Secretarías de confianza se conservan, o sea que hay secretarías de primer y segundo renglón. Todos los funcionarios hablan en sus campañas de cultura, de lo importante que es eso para los pueblos. Y así es, lástima que ellos ni lo crean, ni lo digan sinceramente. Lo segundo que se dice es que el actual secretario sale por diferencias con la Primera Dama, como si estuviéramos hablando de un peón que desobedece a su patrón en la finca. Claro, así se gobierna el Huila, como si fuera una hacienda con un solo capataz. ¡Qué horror!