Betuel Bonilla Rojas
Una costumbre muy huilense es la de esperar que otros hagan cosas que a nosotros nunca se nos habrían ocurrido para luego hacer lo mismo, incluso al costo de arrebatarle al otro eso que él tuvo a bien inaugurar. Y justamente es lo que ocurre por estos días en la Universidad Surcolombiana. Por todos es conocido que un muchacho llamado Danny Montaña algún día tuvo la feliz ocurrencia de realizar allí una semana cultural. Fue su idea y él, junto a otros jóvenes, la sacó adelante. Era la semana cultural de Danny, pues fue él quien la lideró, la moldeó y la institucionalizó a costa de trabajo, tesón y creatividad. Pero como allí se suele pescar en río revuelto, y estamos en la época de callar a los opositores comprándolos con algo, ahora resulta que la semana cultural cambió de dueño. Como siempre, los magos de las influencias se valieron de sus fichas para usurpar lo que no les pertenecía. De la nada apareció el profesor Luis Ernesto Lasso, ése que habla mal de alguien hasta que éste le dé lo que él quiere, y reclamó una cosa que no era de él, y que nunca apoyó. Siempre habló mal de la semana cultural e hizo lo imposible para que los estudiantes no la apoyaran. Claro, ahora que la va a hacer él seguramente la asistencia debe ser obligatoria. Si algo en la semana cultural de Danny estaba fallando era susceptible de ser corregido, pero él era siempre la primera opción, por respeto intelectual a lo que alguien fundó. Muy seguramente ahora tendremos a farsantes tipo Carlos Orlando Pardo posando de intelectuales, y a Lasso haciendo de la semana cultural su propio espectáculo para poder seguir vigente. En todo caso eso no lo hizo él, y casi siempre las cosas prestadas nos quedan grandes.
Una costumbre muy huilense es la de esperar que otros hagan cosas que a nosotros nunca se nos habrían ocurrido para luego hacer lo mismo, incluso al costo de arrebatarle al otro eso que él tuvo a bien inaugurar. Y justamente es lo que ocurre por estos días en la Universidad Surcolombiana. Por todos es conocido que un muchacho llamado Danny Montaña algún día tuvo la feliz ocurrencia de realizar allí una semana cultural. Fue su idea y él, junto a otros jóvenes, la sacó adelante. Era la semana cultural de Danny, pues fue él quien la lideró, la moldeó y la institucionalizó a costa de trabajo, tesón y creatividad. Pero como allí se suele pescar en río revuelto, y estamos en la época de callar a los opositores comprándolos con algo, ahora resulta que la semana cultural cambió de dueño. Como siempre, los magos de las influencias se valieron de sus fichas para usurpar lo que no les pertenecía. De la nada apareció el profesor Luis Ernesto Lasso, ése que habla mal de alguien hasta que éste le dé lo que él quiere, y reclamó una cosa que no era de él, y que nunca apoyó. Siempre habló mal de la semana cultural e hizo lo imposible para que los estudiantes no la apoyaran. Claro, ahora que la va a hacer él seguramente la asistencia debe ser obligatoria. Si algo en la semana cultural de Danny estaba fallando era susceptible de ser corregido, pero él era siempre la primera opción, por respeto intelectual a lo que alguien fundó. Muy seguramente ahora tendremos a farsantes tipo Carlos Orlando Pardo posando de intelectuales, y a Lasso haciendo de la semana cultural su propio espectáculo para poder seguir vigente. En todo caso eso no lo hizo él, y casi siempre las cosas prestadas nos quedan grandes.
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