Betuel, el libro prometía ser bueno por todo lo que contabas, pero tenerlo en mis manos ha superado cualquier expectativa.
Tardé en ir a buscarlo a Capital porque, en estos último tiempos del verano, mi casa en provincia absorbió todas mis horas. Ha nacido mi segundo nieto, me han instalado un nuevo sistema de agua, etc.
Lo voy leyendo despacito, aunque el primer día casi lo devoré con los ojos. Cada tramo es una maravilla; tu texto, clarísimo y sumamente informativo; el ordenamiento, excelente; la edición, cuidadísima y con una estética ideal. Me asombra comprobar cuánto coincidimos los que vos, tan generosamente, llamás maestros y, a la vez, puedo ver cómo, entre todos, aportamos una diversidad de ideas, experiencias y consejos.
No tengo más que palabras ponderativas y, además, quiero felicitarte por esta iniciativa. Afirmo que un libro como el tuyo favorecerá el crecimiento de muchos escritores.
Me siento muy halagada por que me hayas dado tanta participación en él. Más que halagada, honrada. Gracias, muchas gracias, por haber leído mis cuentos y por comentarlos y por creer en mis palabras.
Te debo todavía el envío del mío. Vas a ver que tienen algunas cosas en común y que, también, Armar un cuento surgió de la experiencia en los talleres. Vos y yo sabemos que esta experiencia puede capitalizarse sólo a fuerza de trabajo y de cariño.
Le he dado tu correo a un escritor colombiano para que se haga de tu libro. Se llama Carlos Ospina Munera.
No sé qué más decirte porque, como el libro, también me supera la alegría de que nos hayamos encontrado en este universo de la creación comunicada.
Sé que El arte del cuento sella para siempre una hermosa amistad.
Un muy muy fuerte abrazo
Laura
Tardé en ir a buscarlo a Capital porque, en estos último tiempos del verano, mi casa en provincia absorbió todas mis horas. Ha nacido mi segundo nieto, me han instalado un nuevo sistema de agua, etc.
Lo voy leyendo despacito, aunque el primer día casi lo devoré con los ojos. Cada tramo es una maravilla; tu texto, clarísimo y sumamente informativo; el ordenamiento, excelente; la edición, cuidadísima y con una estética ideal. Me asombra comprobar cuánto coincidimos los que vos, tan generosamente, llamás maestros y, a la vez, puedo ver cómo, entre todos, aportamos una diversidad de ideas, experiencias y consejos.
No tengo más que palabras ponderativas y, además, quiero felicitarte por esta iniciativa. Afirmo que un libro como el tuyo favorecerá el crecimiento de muchos escritores.
Me siento muy halagada por que me hayas dado tanta participación en él. Más que halagada, honrada. Gracias, muchas gracias, por haber leído mis cuentos y por comentarlos y por creer en mis palabras.
Te debo todavía el envío del mío. Vas a ver que tienen algunas cosas en común y que, también, Armar un cuento surgió de la experiencia en los talleres. Vos y yo sabemos que esta experiencia puede capitalizarse sólo a fuerza de trabajo y de cariño.
Le he dado tu correo a un escritor colombiano para que se haga de tu libro. Se llama Carlos Ospina Munera.
No sé qué más decirte porque, como el libro, también me supera la alegría de que nos hayamos encontrado en este universo de la creación comunicada.
Sé que El arte del cuento sella para siempre una hermosa amistad.
Un muy muy fuerte abrazo
Laura
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