martes, 30 de junio de 2009

Turismo incipiente

Betuel Bonilla Rojas
Un buen respiro se da la economía neivana mediante las fiestas del San Pedro. Mucho dinero de afuera entra tranquilamente bajo la figura de un turismo que todavía tiene mucho de prehistórico, de improvisado, de mero azar. Todavía escasean la buena atención, la cordialidad, la explotación a gran escala de lo que podemos vender como atractivo, la claridad de que si ellos traen el dinero nuestra obligación es tratarlos bien. Pero eso es sólo un paso. El turismo no puede ser cosa de un solo día, no de simples propagandas ridículas en canales locales que nadie ve, salvo quienes hacen los comerciales. El turismo de verdad nunca descansa, arma paquetes completos, con descuentos y paraísos artificiales a donde todos queremos ir. Qué tal un combo por esos sitios que el resto del país no tiene. ¿Si el turismo de Cartagena y Santa Marta nunca descansa por qué el nuestro sí? Ya es hora de pensar en otras actividades que atraigan turistas el resto de año, que traigan dinero que harto que se necesita. Señores secretarios de cultura, menos burocracia y a trabajar.

Betuel Bonilla presenta a los escritores de Renata Neiva en Festicrearte

Miguel de León y Betuel Bonilla en Festicrearte, junio 19 de 2009

miércoles, 17 de junio de 2009

Nuestras fiestas

Por: Betuel Bonilla Rojas
Muchas personas han querido ver en nuestras fiestas, nuestras porque en ellas nos gastamos todo el presupuesto cultural y porque los borrachos pasan su guayabo aquí, nada menos que la estampa de un carnaval. Y qué lejos estamos de esto. En los carnavales los enrumbados suelen portar máscaras que diluyen las diferencias, que acortan las brechas entre las clases sociales. En los carnavales todos son pueblo, los ricos y los pobres, los de alpargatas y los de ruana, y en esa verbena reina el irrespeto, la poca cordura, la irreverencia. Nuestras fiestas, por el contrario, son solemnes, desiguales hasta el extremo, reproducen exactamente las diferencias, separan a los que beben whisky de los que se embriagan con chicha. ¿Por qué será que casi nunca gana la reina que el pueblo considera debe ganar? O El pueblo tiene muy mal ojo, lo cual no creo, o para ser reina se necesita una varita mágica de los de ruana. Si esto fuera un carnaval podríamos, aunque fuera escondidos tras una máscara, cobrarles a los políticos sus tantas fechorías.

Colectivo Renata en Primer Recital en Festicrearte


miércoles, 3 de junio de 2009

Correspondencia con Benhur Sánchez Suárez

A propósito de la literatura huilense...

Apreciado Betuel:
Por fin encuentro tu correo en Internet. En este país todos somos desaparecidos. Pocos dan razón de los otros. Si alguien pregunta por tí, te dicen que hace rato estás desaparecido, que no saben nada. Y resulta que uno está en el mismo sitio, no ha cambiado de dirección. Todos se hacen los pendejos.
Lo cierto que es que ahora te puedo escribir para agradecerte los libros que tuviste la gentileza de dejarme en la portería del edificio donde vivo desaparecido.
Mayor agradecimiento por el texto que escribiste sobre mi trabajo literario, en especial dos novelas. Tienes razón en las observaciones a estos libros juveniles. Me emociona que hayas dedicado parte de tu tiempo a mi trabajo. Sé que mis libros no son tan importantes aunque me sorprendió que te hayan dado el premio por encima del estudio de la estatuaria de San Agustín. Me parece inverosímil, teniendo en cuenta que en el Huila viven amancebados con el legado monolítico, con José Eustasio y con Villamil. Después de ellos, la pared. Lo cual significa que tu trabajo está muy bien hecho, aunque el motivo de estudio no sea tan trascendente.
Un abrazo:
Benhur
Saludo,
Bueno, viejo Benhur. Contrario a lo que muchos piensan, entre ésos los que se la pasan sacando billete a nombre de la literatura y el arte huilenses (que son muchos), yo sí me he dado a la tarea de leer a los que escriben aquí, a veces para desilusionarme con premios inmerecidos que se negocian en cualquier lugar de Colombia, o con escritores parcialmente canonizados cuyas páginas no le hacen ningún favor a su biografía. Y entre ésos, siempre he creído que el único que merece un sitial de honor es usted, por su tesón, por su trabajo, por momentos memorables de su prosa. Claro, lo fácil, lo opita y vulgarmente fácil, es andarle haciendo honores a Rivera, sumarse a la gloria ya consagrada. Pero nadie hace nada por valorar lo presente en su justa dimensión, no digo elogios inmerecidos, sino crítica juiciosa. Claro, eso implica correr riesgos, leer cuidadosamente, y en nuestra tierra abundan los escritores pero no los lectores (curiosa paradoja, casi endémica). Entonces, mi buen amigo Benhur, ése fue un trabajo que refleja no sólo mi cariño, sino mi devoción por los escritores auténticos. En realidad el trabajo abarca hasta Victoria en España, pero por obvias razones de delimitación del concurso pues presenté sólo lo de sus primeros trabajos. Y bueno, ahí está, y de paso, como Rodríguez Freyle, busco enterrar esos falsos linajes literarios de farsantes como William Torres o Luis Ernesto Lasso, quienes viven de la literatura diciendo pendejadas y escribiendo porquerías de pésima estirpe intelectual, nos vemos, un abrazo,
Betuel.

Taller RCN-MEN en Neiva, Huila


¡Qué bello que es el Huila!

Betuel Bonilla Rojas
Cuando uno va a otros departamentos le suelen preguntar cómo va el Huila, cuáles son esas cosas estrictamente nuestras que podemos mencionar. Yo les digo, por ejemplo, que aquí hay cosas muy simpáticas, que por ejemplo la gente no usa los puentes peatonales porque sufre de vértigo, que prefieren el eventual golpe de un carro a tener que subir a semejantes alturas. Les digo, también, que aquí la literatura marcha muy bien, que tenemos magos de la palabra que primero hacen vida de escritores, viajan al exterior a tomarse fotos con artistas de dudosa reputación y luego sí se preocupan por saber qué es eso del idioma, su supuesto vehículo de expresión. Les digo, por ejemplo, que los diarios locales están tan mal escritos y son tan poco profundos que la gente prefiere sentarse a leer el directorio como programa de un domingo. También les digo que pululan los políticos de mala calaña, que aquí es tan buen negocio eso de la política que fácilmente, con lo sacado en un período de cuatro años, ellos viven el resto de sus vidas poniéndose lentes de contacto azules y aspirando una y otra vez a la Alcaldía. Qué bonito es el Huila, me dicen, qué buenas deben ser las fiestas con gente tan alegre.

Taller RCN-MEN en Purificación, Tolima