miércoles, 3 de junio de 2009

Correspondencia con Benhur Sánchez Suárez

A propósito de la literatura huilense...

Apreciado Betuel:
Por fin encuentro tu correo en Internet. En este país todos somos desaparecidos. Pocos dan razón de los otros. Si alguien pregunta por tí, te dicen que hace rato estás desaparecido, que no saben nada. Y resulta que uno está en el mismo sitio, no ha cambiado de dirección. Todos se hacen los pendejos.
Lo cierto que es que ahora te puedo escribir para agradecerte los libros que tuviste la gentileza de dejarme en la portería del edificio donde vivo desaparecido.
Mayor agradecimiento por el texto que escribiste sobre mi trabajo literario, en especial dos novelas. Tienes razón en las observaciones a estos libros juveniles. Me emociona que hayas dedicado parte de tu tiempo a mi trabajo. Sé que mis libros no son tan importantes aunque me sorprendió que te hayan dado el premio por encima del estudio de la estatuaria de San Agustín. Me parece inverosímil, teniendo en cuenta que en el Huila viven amancebados con el legado monolítico, con José Eustasio y con Villamil. Después de ellos, la pared. Lo cual significa que tu trabajo está muy bien hecho, aunque el motivo de estudio no sea tan trascendente.
Un abrazo:
Benhur
Saludo,
Bueno, viejo Benhur. Contrario a lo que muchos piensan, entre ésos los que se la pasan sacando billete a nombre de la literatura y el arte huilenses (que son muchos), yo sí me he dado a la tarea de leer a los que escriben aquí, a veces para desilusionarme con premios inmerecidos que se negocian en cualquier lugar de Colombia, o con escritores parcialmente canonizados cuyas páginas no le hacen ningún favor a su biografía. Y entre ésos, siempre he creído que el único que merece un sitial de honor es usted, por su tesón, por su trabajo, por momentos memorables de su prosa. Claro, lo fácil, lo opita y vulgarmente fácil, es andarle haciendo honores a Rivera, sumarse a la gloria ya consagrada. Pero nadie hace nada por valorar lo presente en su justa dimensión, no digo elogios inmerecidos, sino crítica juiciosa. Claro, eso implica correr riesgos, leer cuidadosamente, y en nuestra tierra abundan los escritores pero no los lectores (curiosa paradoja, casi endémica). Entonces, mi buen amigo Benhur, ése fue un trabajo que refleja no sólo mi cariño, sino mi devoción por los escritores auténticos. En realidad el trabajo abarca hasta Victoria en España, pero por obvias razones de delimitación del concurso pues presenté sólo lo de sus primeros trabajos. Y bueno, ahí está, y de paso, como Rodríguez Freyle, busco enterrar esos falsos linajes literarios de farsantes como William Torres o Luis Ernesto Lasso, quienes viven de la literatura diciendo pendejadas y escribiendo porquerías de pésima estirpe intelectual, nos vemos, un abrazo,
Betuel.

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